Coyuntura Actual (2) - AHORAPor: José Antonio Beraún Barrantes[1] Sobre la quincena de mayo del 2020, con 61 días de aislamiento social obligatorio a causa de la COVID – 19 (ya excedimos en más de la mitad la cuarentena), nuestro país empieza a fijarse en, como se ha llamado en España, la desescalada, entendiéndose este término, como la reducción de las medidas restrictivas que ha ocasionado el confinamiento [otro término discutido, por estos días, a partir de un artículo de Mario Vargas Llosa, nuestro Premio Nobel de Literatura]. En el Perú, varios son los temas de coyuntura, el primero está caracterizado por el impulso económico del Estado peruano, para la atención de la emergencia sanitaria, el soporte económico a familias y empresas, y finalmente, para garantizar la continuidad de la cadena de pagos; en total, el financiamiento de todos estos aspectos, asciende a 109 mil millones de Soles (que representan el 14.4% del PBI), cifra de la cual, 14,605 millones de Soles, corresponden al ahorro privado de los ciudadanos (acceso a la CTS y a dinero de la cuenta individual de capitalización de los aportantes a las AFPs, fundamentalmente). Ello quiere decir que un importante porcentaje del soporte económico de la crisis está siendo financiado por todos nosotros, y por nuestros fondos de contingencia. El segundo tema, lo caracteriza una interesante polémica, a partir de los contenidos del programa “Aprendo en Casa”, implementado por el MINEDU, para la educación remota; se ha criticado que se incluya en este mecanismo pedagógico la mención a los grupos de poder económico en el Perú. A ver ¿no existen acaso estos poderes fácticos en nuestro país? Incomodarse por la evocación, sólo representa una negativa a ver la realidad actual y la historia (una suerte de esquizofrenia voluntaria, en muchos casos); esta negación es demasiado recurrente entre nosotros, por ejemplo, al tratar de legitimar y olvidar el prontuario de partidos políticos que han desfalcado al Estado, a través de la corrupción, y con ello a nuestras posibilidades de enfrentar mejor esta crisis sanitaria; con el colmo que, estos grupos políticos con poder de ese tipo ¡¡¡pretenden volver al Gobierno!!! Finalmente, y como tercer tema, ingresa con gran brío en el panorama, la campaña electoral con miras a las elecciones generales del año 2021; esta se enmarca en la incertidumbre generada por la COVID – 19, y con ella, la irresolución respecto a temas vitales, como la democracia interna dentro de las organizaciones políticas (¿van a elegir la cúpulas partidarias a los candidatos? ¿ello garantiza elegir a los mejores para competir en última instancia en la justa electoral?) o las condiciones de la campaña electoral que ya vivimos (¿voto electrónico? ¿aglomeraciones?). Nuestro país llegará a los 200 años de su independencia el 2021, por lo menos dentro de la idea positivista y acontecimental de la historia, y debemos estar a la altura, sino desde la dirección política de los partidos, en las urnas, como verdaderos ciudadanos, que estamos financiando un porcentaje importante de esta crisis. Es momento de empezar a pensar en elegir bien. [1] Abogado – Economista – Licenciado en Sociología. Docente Universitario www.jabblegal.com https://joseberaun.lamula.pe/
Coyuntura actual (1) - AHORAPor: José Antonio Beraún Barrantes[1] Para el Perú, el actual escenario que plantea el COVID – 19, nuevo coronavirus, se ve marcado por los siguientes factores y circunstancias: Extensión del aislamiento social obligatorio: Inicialmente el aislamiento fue extendido hasta el día 12 de abril de 2020, y luego, hasta el día 26 de abril. Ello debido a que la cifra de contagios muestra un crecimiento exponencial, siendo su pico el día 08 de abril, cuando el número de contagiados se elevó en 1388, nuevos casos (llegando actualmente un total de 4342 contagiados). Al día de hoy, 13 de abril, en nuestro país, son 10 303 los contagiados y 230 los fallecidos; es decir, 671 contagiados y 12 muertos, más, que el día anterior. Los expertos atribuyen este crecimiento a dos factores. a) La desobediencia ciudadana, para quedarnos en casa; y, b) los portadores asintomáticos del virus, esto es, aquellos que no presentan síntomas, salen de casa y contagian a los demás. Esta constante en el número de contagiados nos llevará, inevitablemente, a una nueva prolongación del aislamiento social; y, en todo caso, la realización de nuestras actividades, como las conocíamos, tardará mucho en reanudarse. El Presidente del Consejo de Ministros ya ha indicado que todo evento masivo o actividad pública (asistencia a teatros, conciertos, cines y partidos de fútbol, por ejemplo), quedarán postergadas de modo indefinido; y que las clases en colegios, institutos y universidades, seguirán siendo virtuales. Crisis del Sistema de Salud: Los países del Mundo, en estas circunstancias, se arrebatan el equipamiento médico, necesario para prevenir y combatir el virus; según la BBC[2], Estados Unidos, el país más rico del Mundo, se encuentra al límite de desabastecimiento de respiradores, mascarillas, guantes, trajes de protección para personal sanitario, entre otros. El Perú no es la excepción; actualmente se cuenta con 503 respiradores con ventilación mecánica, de los cuales 134 se utilizan, ya, para atender a pacientes en UCI. Esto se debe a lo repentino de la crisis, sin duda; pero también a que el Perú solo supera a Venezuela en el porcentaje del PBI dedicado al gasto en salud. Algo que debe cambiar, de cara al futuro. Las AFP: El Congreso de la República ha remitido al Poder Ejecutivo la autógrafa de la Ley que permite disponer de forma voluntaria y extraordinaria, un 25% de los fondos de la cuenta individual de capitalización, de cada afiliado, con un tope máximo de 03 UIT, esto es, S/ 12,900.00 Soles. Ello como medida para inyectar liquidez en los bolsillos de los afiliados, en un escenario económico muy complicado, con reducción y pérdida total de ingresos. Creo que la medida es adecuada, pues para evitar el descalabro del sistema se ha puesto un tope a los retiros. Además, de nada me sirve tener S/ 12,900.00 Soles más (en el mejor de los casos), para mi fondo de pensión, al cumplir la edad de retiro (65 años), si no puedo salir airoso de esta crisis económica, generada por el aislamiento social obligatorio, por el nuevo coronavirus. El Poder Ejecutivo debe promulgar la Ley. Creo, también que, cuando todo esto pase, necesitamos plantear y discutir una reforma integral del sistema privado de pensiones, donde el rendimiento del fondo del afiliado (ganancia o pérdida) se vea reflejado en la comisión que cobra la AFP; en otras palabras, si yo gano, la AFP gana el total de la comisión, si yo pierdo, la AFP gana solo un porcentaje pequeño. Será necesario, también, establecer supuestos de disposición del fondo, que favorezcan circunstancias excepcionales, como enfermedades graves o pandemias, entre otros. Congreso de la República: Se sugirió a los integrantes del Congreso evitar las reuniones presenciales. No se hizo caso. Se prefirió la exposición, no solo de los parlamentarios, sino también del personal administrativo y de servicios. El resultado, 04 congresistas contagiados y un efectivo de seguridad; Dios quiera que no haya más. Que ello sea ejemplificativo, para todos, de lo necesario de respetar el aislamiento social obligatorio, sea cual sea la posición en la que nos encontremos. Trabajo: Termino esta pequeña reflexión refiriéndome al trabajo, pues nos encontramos entre dos posturas antagónicas y complicadas, la de los empleadores y la de los trabajadores. Las empresas que tienen espalda financiera para soportar la crisis deben ser solidarias con sus trabajadores, manteniendo sus empleos y sus salarios, incluso con reducciones adecuadas de los mismos. Las que no, deben sincerar su situación, someterse a la supervisión de la autoridad administrativa de trabajo, y adoptar medidas legales como la suspensión perfecta de los contratos de trabajo[3], preservando los empleos, para cuando pase la crisis. En todos los casos, el apoyo del Estado resulta crucial. La gente se está quedando sin empleo; la Ministra de Trabajo ha señalado que 80,000 contratos a plazo fijo no han sido renovados, según la planilla electrónica. [1] Abogado – Economista – Licenciado en Sociología. [2] https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52115495 [3] https://lpderecho.pe/legalidad-suspension-perfecta-contrato-trabajo-covid-19/
CORONAVIRUS, SALUD, POLÍTICA Y ECONOMÍA - AHORAPor: José Antonio Beraun Barrantes La crisis que vivimos, producto de la propagación del COVID-19, desde Wuhan (China), ha puesto al Perú, y al Mundo, al límite de la supervivencia. Tenemos, en primer lugar, el problema que el coronavirus implica para la salud de todos. El contagio generalizado pondría a nuestros sistemas de salud, público y privado, en una grave dificultad, pues para el Perú, y para la mayor parte de países de esta parte del Mundo, es casi imposible atender los 69,176 casos de contagiados en Italia, o los 55,243 casos detectados en Estados Unidos (al 25/03/20, según cifras de público conocimiento). No estábamos preparados, y es eso lo que nos ha llevado, casi desde el principio, a tomar medidas tan drásticas de aislamiento social, como son, la cuarentena y el toque de queda, decretados por el Gobierno (#quédateencasa). Mención aparte merece el liderazgo del Presidente Martín Vizcarra, tan criticado por las “viudas” del fujimorismo, aprismo y de PPK, así como de aquellos que fueron desplazados del poder por la crisis política, como algún ex – congresista de Acción Popular. Hay quienes señalan que es deber del Presidente ponerse al frente de la grave situación, también es cierto que ha demostrado ser un estratega, no solo al disolver el “Kongreso”, sino al reaccionar mucho más rápido que otros “líderes” del Mundo, frente al coronavirus; tanto es así que, según expertos, el verdadero problema se centrará en los Estados Unidos, al no haberse, ni estarse tomando, las medidas necesarias para evitar el contagio. En segundo lugar, esta crisis de salud, que nos ha obligado a detener todo el aparato productivo, va a generar, que duda cabe, una segunda crisis: la económica. Este asunto se enfoca desde dos puntos de vista claves: el primero, cómo evitar, durante la crisis, que, por ejemplo, se corte la cadena de pagos; para ello, el Gobierno debe centrar su accionar económico en inyectar liquidez en la microeconomía (personas, familias y empresas), el bono de 380.00 Soles es un buen inicio, pero es insuficiente, sobretodo en un país, cuya PEA se encuentra, mayoritariamente, ocupada en el sector informal y en el autoempleo. Abaratar el crédito es clave, pero también lo es postergar obligaciones con instituciones que tienen posibilidad de soportar la crisis, como los bancos y algunas financieras, sin que ello implique mayores costos, a largo plazo, para los deudores. El segundo asunto tiene que ver con la recuperación de la economía, después de la crisis, un tema que aún se está evaluando por los expertos, pero que según estimados, generará un recesión, que afectará a todas las economías, más aún si no está claro, hasta cuando nos encontraremos en aislamiento social. En esta etapa, el accionar de Estados y Gobiernos, también será clave, pues requeriremos de medidas transitorias y muy audaces, para calentar una economía que quedará muy fría, post coronavirus; sobre eso, volveré en otro artículo. Trataré también, el tema del escenario posterior, en lo referido a las doctrinas económicas y sociales, que deben ser reformuladas más allá de las ideologías, entendiendo que hay bienes públicos preciados, como la salud, la educación y la justicia, que definitivamente escapan a la mano invisible, y las leyes del mercado.